Los cambios en la educación superior y sus procesos a partir de una crisis de salud como la contingencia generada por el COVID-19, han sido notorios y han llegado de golpe a la gran mayoría de las instituciones. Con la declaratoria de pandemia a inicios del 2020, los entornos educativos se han adaptado a la distancia requerida para decrecer el riesgo de contagio y continuar con las actividades académicas sin afectar la contingencia.
El reto ha sido enorme para las instituciones que aún no tenían en planes sus primeros pasos para la transformación digital de sus procesos, por lo que en muchos casos las soluciones han sido insuficientes. Según diversos estudios publicados recientemente por instituciones como la OEI ( Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura ), la crisis de salud tendrá inevitablemente gran impacto en diversos aspectos como el salario futuro de los estudiantes e incluso el nivel de deserción escolar, por lo que el tema debe ser tratado con rapidez.
Este tipo de estudios precisan estrategias propuestas para el presente y los próximos meses, pero la mayoría de las instituciones a nivel superior de latinoamérica, todavía se encuentran con muchos problemas para regular sus procesos a distancia, incluido la falta de análisis que derive al proceso de transformación digital en primer lugar.
A esta falta de análisis de necesidades se suma también el proceso de aprendizaje para el profesorado, adaptación de planes de estudio e incluso la consideración de acceso por parte de los alumnos al material didáctico (junto con las herramientas). En este estudio se nos advierte: si se sigue una metodología adecuada y los contenidos se adaptan correctamente, los efectos en los alumnos no tendría por qué ser distintos a los de una sesión presencial. Esta misma primicia puede aplicarse también a México y los países de latinoamérica que comienzan con la digitalización de sus materias y procesos administrativos, permitiendo un seguimiento puntual aún sin estar en las instalaciones de la universidad.
Depende de cada institución identificar sus necesidades y acelerar su actualización para acceder a los beneficios de procesos más ágiles y controlados. Conozca cómo Addvantit impulsa a las universidades en su proceso de transformación digital AQUÍ.