3 Estrategias para que las Universidades se adapten al Futuro del Aprendizaje y el Trabajo

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El informe “El Futuro de los Empleos 2023” del Foro Económico Mundial revela que el 52% de los directores ejecutivos (CEOs) creen que la escasez de mano de obra y habilidades afectará significativamente la rentabilidad en los próximos 10 años. Se espera que el panorama laboral sea drásticamente diferente en el futuro y que los cambios continúen a un ritmo acelerado. De acuerdo con una encuesta, el 91% de los millennials esperan permanecer en sus empleos por menos de tres años.

El enfoque basado en habilidades, según la UNESCO, es definido como “rutas alternativas y múltiples para participar en el aprendizaje, y un medio para obtener calificaciones educativas junto con la educación formal”, poniendo énfasis en las habilidades y competencias de las personas, en lugar de cómo se adquirieron esas habilidades. Democratizar el acceso a oportunidades económicas y vías para el “buen trabajo”, estableciendo un nuevo referente para la calidad laboral, puede ayudar a abordar la escasez de mano de obra y habilidades.

En un entorno de habilidades y educación en constante cambio, es importante tener claro el papel más amplio que las universidades pueden desempeñar y cómo pueden adaptarse para satisfacer las necesidades de la sociedad. Por ejemplo, el Ministro de Educación de Arabia Saudita, Yousef Al Benyan, hablando en la Cumbre del Crecimiento, nos recordó que las universidades no solo se dedican a impartir cursos de grado: “Las universidades tienen un papel fundamental en la innovación de nuevos negocios y crean una cultura en la que los estudiantes desarrollan su propia motivación, sin esperar a que el mercado los dirija. Gran parte de la industria actual surgió de los laboratorios universitarios”.

Cuando se trata de enseñar y preparar a los estudiantes para el trabajo, las universidades son actores clave en el ecosistema. Existen oportunidades significativas para que adopten un enfoque más integrado del aprendizaje, trabajando con empleadores y estudiantes. Aquí te presentamos tres áreas clave en las que las universidades pueden adaptarse para convertirse en educadores más eficientes y efectivos:

1. Adoptar un enfoque basado en habilidades

En muchos casos, un enfoque basado en habilidades puede cambiar la vida de las personas, brindando a aquellos que no han asistido a la universidad acceso a buenos empleos y seguridad financiera. Aquellos que eligen esta vía educativa alternativa obtienen valiosa experiencia laboral, con la opción de asistir a la universidad o a educación adicional en el futuro. Para las universidades, aumentar la población estudiantil con experiencia laboral en el mundo real aporta conocimientos valiosos al aula y ayuda a preparar a otros estudiantes para el empleo futuro.

Para las empresas, los empleados que asisten a la universidad con conocimientos específicos de la industria pueden aplicar este contexto a su aprendizaje y regresar preparados para impulsar el negocio a través de la innovación y el liderazgo. Para las personas, se abren oportunidades de crecimiento profesional más allá del ámbito exclusivo de un enfoque basado únicamente en habilidades.

Para fortalecer esta vía en todos los niveles, las universidades pueden tomar medidas concretas para atraer y retener estudiantes basándose en un enfoque basado en habilidades, como reclutar talento de fuentes no tradicionales y reducir las barreras de entrada, por ejemplo, requisitos de exámenes y de titulación. Una vez que los estudiantes están matriculados, las universidades pueden ayudar a asegurar su éxito proporcionando apoyo, asesoramiento, horarios flexibles y alojamiento adecuado.

2. Aprovechar las fortalezas de las universidades

El informe “El Futuro de los Empleos” enumera las 10 habilidades principales del 2023, encabezadas por el pensamiento analítico y creativo, junto con habilidades de “autoeficacia”. Si bien hay muchas formas en las que las personas pueden adquirir estas habilidades, es difícil enseñarlas en formatos como las microcredenciales en línea. Sin embargo, las universidades brindan la plataforma perfecta para desarrollar estas habilidades demandadas. Para aprovechar esto, las universidades deben asegurarse de que estas habilidades se enseñen como parte del currículo y comunicar claramente esto externamente a los futuros estudiantes y profesionales de la industria.

Por ejemplo, el aprendizaje basado en desafíos reúne a equipos multidisciplinarios de estudiantes para encontrar soluciones a problemas complejos del mundo real. El SDG Impact Labs de la Universidad de Oxford es un ejemplo de esto, integrando un programa de capacitación de 17 semanas sobre ética (valores, carácter, propósito), evidencia (observación, evaluación, experimentación) y compromiso (comunicación, colaboración, implementación). Una colocación de cuatro semanas con socios de la industria prepara a los estudiantes con habilidades transferibles para liderar cambios transformadores en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El desafío con este tipo de programas radica en su escalabilidad, y en este sentido, las asociaciones público-privadas podrían ser invaluables. Con las partes interesadas adecuadas a bordo, el desarrollo de estas áreas de competencia ayuda a impulsar a las empresas y mejorar las carreras individuales a largo plazo.

3. Integrar caminos educativos tradicionales y alternativos

Los caminos alternativos y la educación superior no deben ser mutuamente excluyentes; el aprendizaje debe ser un viaje de por vida que integre métodos diversos, formales e informales. Así como las universidades no son el único camino hacia el empleo, otras formas de adquirir habilidades, como las microcredenciales, también pueden ser una herramienta valiosa antes, durante y después de la educación universitaria.

Shravan Goli, Director de Operaciones de Coursera, explica: “Para tener éxito en un mercado laboral competitivo y en constante evolución, la próxima generación de talento requiere una combinación de educación amplia y habilidades específicas para el trabajo. Las universidades están integrando microcredenciales de empresas líderes en sus programas de titulación para producir graduados listos para el empleo y reducir el costo de la educación, ya que tanto los estudiantes como los empleadores esperan que la educación superior sea más flexible, asequible y relevante”.

Otro concepto es el modelo de membresía, donde los estudiantes participan en un viaje de aprendizaje continuo curado por la universidad, entrelazado con otras actividades de adquisición de habilidades. Si bien esta idea sigue siendo en gran parte teórica, señala las oportunidades de innovación en el campo.

Aprendizaje de por vida

Las universidades están reimaginando no solo su propio papel, sino también lo que se necesita para construir una sociedad inclusiva y altamente educada lista para contribuir a mejorar el estado del mundo. A medida que lo hacen, se beneficiarán al abrazar las innovaciones que ocurren en habilidades y educación. A medida que las universidades y otros proveedores de aprendizaje desarrollen estas oportunidades, el horizonte del aprendizaje se enriquecerá. Los proveedores de aprendizaje pueden crear alianzas que aprovechen las fortalezas de cada uno y construir programas y caminos que acompañen a los estudiantes en ese viaje de aprendizaje de por vida.

Fuente: Foro Económico Mundial

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